lunes, 24 de marzo de 2008

Y por fin... con sabor agridulce.


He tardado un poco en meter mi siguiente reseña en el blog: a principios de marzo finalicé "Vida y Destino", de Vasili Grossman. La lectura ha sido satisfactoria en muchos sentidos (incluida la lectura simultánea con "Animal Farm", que ya comenté), aunque el final no me llegue a convencer, ya que con algunos de los personajes se desarrollan hilos argumentales que van creciendo en tensión sin que se llegue a su clímax. Por otro lado, el último "capítulo" es una alegoría cuyo auténtico significado creo que sólo puede ser percibido por alquien conocedor de la historia y el pathos ruso.
Aunque, por otro lado, ha sido una lectura intensa, vibrante, de las que ponen una muesca en la culata del revólver literario de uno, un libro inolvidable. No recuerdo otro libro que yo haya leído que refleje de un modo tan auténtico la relación entre los acontecimientos histórico-políticos y la individualidad de las personas que los protagonizan; y así podría también comentar la comparación subyacente, que recorre todo el libro, entre los dos poderes totalitarios (nazismo y estado soviético), las dificultades de las relaciones sentimentales entre hombres y mujeres en un estado de este tipo, y particularmente en guerra, las relaciones de poder, el arribismo, la represión, etc, etc.