lunes, 30 de julio de 2012

A brief history of Norway, de John Midgaard

Cada vez que viajo a alguna parte intento leer algo de historia sobre el lugar, por aquello de conocer mejor a quienes voy a conocer y lo que voy a conocer. Las guías turísticas son descripciones estáticas de lo que uno ve, y además están llenas de detalles que, tras el "oh!" o el "ah!" consiguiente, se olvidan total y automáticamente: no llegan más allá de 5 minutos en la cabeza del ajetreado y dedicado turista.
En el caso de Noruega, país al que volveremos por tercera vez por unos buenos amigos que tenemos allá, ha sido particularmente difícil encontrar un libro de historia de edición reciente y que tuviera un alcance global, desde la prehistoria hasta la actualidad más cercana. En español, imposible. Y en inglés, muy difícil, fuera de las obras dedicadas a los vikingos, especialmente para el público infantil.
Así que tuve que recurrir a la segunda mano en Amazon, y conseguí este libro, perteneciente a una serie de publicaciones de la editorial Achehoug sobre cultura noruega, de geografía, etnografía, literatura, etc, realizada por escritores noruegos en inglés en los años 60. El ejemplar que conseguí era una reedición de 1989, consiguiendo tratar temas importantes de política y economía de los años 70 y 80. Lástima que no encontrara nada que me explicara la realidad noruega en los años 90 y la primera década del siglo XXI, pero probablemente eso debería considerarse actualidad y no historia... y además estaría escrito en noruego.
En fin, que la obrita se lleva un 4 sobre 5, porque está escrita de manera bastante amena, y sabe dar más atención a lo más interesante para el lector actual (siglo XX), y pasar más ligeramente por otras épocas menos acuciantes, como la prehistoria. Además sabe combinar con rigurosidad pero sin academicismos (no hay citas a pie, por ejemplo) todas las perspectivas: política, sociedad, religión, economía, relaciones exteriores, etc, etc. Por el lado de las mejoras, a veces es excesivamente complaciente (a estas de alturas en las que el post-modernismo lo impregna todo, la narración hubiera sido más aguda y cínica), como cuando habla de los líderes políticos recordados con benevolencia por el opinión común noruega; aunque uno no puede dejar de pensar que un libro sobre Noruega escrito por un noruego no puede por menos que destilar la misma autenticidad y bonhomía que tienen todos los indígenas de aquella tierra que he tenido la fortuna de conocer.
Pues eso: lectura recomendable para quien quiera saber algo más sobre este país, más allá de paisajes de fiordos, tipos humanos élficos, y su envidado estado del bienestar. Nada de todo lo bueno o deseable que tiene Noruega se consiguió sin esfuerzo, mucho esfuerzo, y un alto nivel de autoexigencia en todos los planos de la sociedad, lo que nos debería servir de ejemplo a todos los demás... y dejar de envidiar, que nunca ha servido de nada bueno.