domingo, 8 de febrero de 2015

Guerreros de la roca, de Arno Illgner

Probablemente el mejor libro de autoayuda que he leído nunca: ni pseudo-filosofía para autojustificar comportamientos de machos alfa, ni un refrito empresarial de los aforismos de Paulo Coelho, ni un tratado buenrrollista de alguien que no vive en el mismo mundo perro y frustrante en el que a veces tienes que pelear.

Más bien unas cuantas cosas básicas contadas de manera muy sencilla y coherente, con la fuerza de lo que se explica con el menos común de los sentidos. Sólo por decir algunas:

  • Foco en el proceso, no en el producto.
  • No caer en las trampas del ego.
  • Identificar y no caer en los sumideros de poder.
  • Amor por el aprendizaje.

Y algunas cuantas más. Así enumeradas resultan un poco abstractas... pero es que ¡para eso está el libro!

Siempre había oído que los escaladores más potentes, aquéllos que todos conocemos por lo increíble de sus proezas, eran personas sencillas y llenas de amor por lo que hacían. Pero, tras la lectura de "Guerreros de la roca", he comprendido que sencillo no significa débil: en realidad, es una muestra de poder que puede resultar sobrecogedora cuando nos enfrentamos a algunos desafíos de vida o muerte.


Supongo que siendo un aficionado a la escalada me ha resultado fácil extrapolar los ejemplos empleados a otros ámbitos de mi vida. Quizá no es una lectura tan sencilla para alguien que no conoce nada de este deporte. Pero para mí ha supuesto un pequeño hito en el camino de autoconocimiento y aprendizaje que es, en realidad, la vida. Sólo puedo desear que los demás encuentren libros que les aporten algo parecido.