sábado, 7 de septiembre de 2019

El Vivo, de Anna Starobinets

Un interesante puzzle con el que disfrutar sin complicaciones durante el verano. El recurso al modelo para armar es habitual en el género de la ciencia ficción: no sólo el palo suele necesitar de lectores con gusto por el desafío intelectual por los temas tratados; las estructuras enrevesadas y la dosificación de la información, con el mínimo contexto posible, imponen un segundo escalón que superar.

Por el lado de la arena, la historia, que parte de una tesis con mucho potencial, pierde enteros en unos personajes sin profundidad, y una edición que no facilita la lectura. El argumento hubiera dado para mucho más echándole más literatura (hay comparaciones que para qué) y centrando más el interés en las personas: algún intento hay, pero se queda corto. Aunque quizá en esa distopía tan agobiante, todos acabaríamos siendo personalidades de un solo plano, y lo que se nota como carencia es parte del plan.