domingo, 7 de marzo de 2021

Ruptura, de Manuel Castells

El prestigio académico del autor precedió a la elección de este libro. Ya tenía en mi poder "La sociedad red", del que sólo pude leer capítulos aislados: es una obra masiva que, aún intentando ser divulgativa, no  es fácil para el aficionado. Quedé asombrado, en su momento, del certero análisis sobre el impacto que las nuevas tecnologías iban a tener en las sociedades cuando Internet apenas comenzaba a extenderse.

En "Ruptura", el actual ministro de Universidades analiza la crisis de legitimidad que está afectando a todas las democracias liberales, consecuencia principalmente de una imparable desigualdad económica y una creciente desconfianza en las instituciones de gobierno.


"Ruptura" no contiene soluciones: Castells juega limpio y eso lo reconoce desde el comienzo. Y esto me hizo  preguntarme si merecía la pena continuar con su lectura: coincido con el autor en cuáles son los síntomas y cuál es la diagnosis; lo que busco es cuál puede ser la prognosis y la cura, y eso no venía en el libro.

En todo caso, continué, y la lectura no perdió valor, porque el ejercicio de síntesis es brutal: Castells es capaz de condensar Brexit, Trump, Macron, Große Koalition, y la crisis de la Unión Europea en unas pocas páginas, casi sin respirar.



Lo curioso es que, al llegar a España en el capítulo 4, el análisis se me antoja más controvertido, lo que me hizo sospechar de que en la sección anterior me dejé arrastrar por el volumen de datos y la coincidencia en sus posturas. Creo que exagera el impacto internacional del movimiento del 15-M y, en el caso de la cuestión catalana y el pseudo-referéndum del 10-O, sobrelegitima el intento electoral y pasa de puntillas por la total ausencia de apoyo auténtico a nivel internacional, especialmente europeo.

Para finalizar, es una lectura que me ha hecho reflexionar, sin tener que estar de acuerdo en todo lo que dice. No deja de quedarme una sombra de decepción por no incluir algún tipo de planteamiento para superar esa crisis de legitimación que sufrimos: qué menos cabría esperar de alguien al que, democráticamente, le hemos dado un puesto en el gobierno y, por tanto, el poder de dirigir nuestro rumbo en estos procelosos tiempos.