lunes, 17 de julio de 2023

La revolución española vista por una republicana, de Clara Campoamor

Clara Campoamor era, como persona relevante de la Segunda República, ya conocida de lecturas previas. Su defensa del voto femenino me parece uno de los episodios más relevantes de aquel periodo a nivel político. A nivel personal, fue la demostración de la capacidad intelectual y el tesón de una mujer que no lo tuvo nada fácil, como ninguna, en un terreno de juego difícil: pocos amigos políticos tuvo Campoamor para apoyar sus propuestas, y menos la del voto de la mujer

Como breve presentación de la persona, debemos decir que Clara Campoamor fue política liberal, militante de diversos partidos republicanos, famosa por ser la primera mujer de la historia que tomó la palabra en el Congreso de los Diputados en España y su defensa del voto femenino en las deliberaciones de septiembre de 1931. A pesar de la oposición de muchos de sus aliados políticos, incluida la diputada Victoria Kent, el 1 de octubre de 1931, con 161 votos contra 121 (pero sin los votos de 188 diputados), se acepta el derecho al voto de la mujer. También apoyó la ley de divorcio.


En este libro, la política desgrana los errores de la República que llevaron a la Guerra Civil, y las dificultades y atrocidades que se cometieron por el bando del gobierno en Madrid. Ambas cosas son narradas desde el punto de vista de la escritora, algo que no se oculta en ningún momento: es la crónica personal de la diputada Campoamor de los hechos políticos y sociales que llevaron a la guerra, y su experiencia vital una vez se produjo el levantamiento y la capital fue tomada por las fuerzas de los partidos de izquierda.

En este sentido, se puede decir que la obra tiene todo lo bueno y todo lo malo de una perspectiva personal de unos acontecimientos históricos: inmediatez y profundidad, de primera mano, sobre detalles, fechas, personas, lugares... pero también una visión forzosamente parcial y condicionada. Campoamor no pudo presenciar, por ejemplo, las atrocidades del lado nacional, que estoy seguro también la hubieran horrorizado. Además, el planteamiento es controvertido, ya que Campoamor habla de "revolución" por parte de los partidos socialista, comunista y anarquista, no de levantamiento, golpe de estado o asonada militar por parte del bando nacional.

Enumeraré algunos puntos que me parecieron destacables, partiendo de mi bagaje sobre la Segunda República y la Guerra Civil:

  • Campoamor achaca muchos de los errores de los gobiernos de izquierda de la república a maquinaciones y ambiciones de Indalecio Prieto, una figura que, hasta el momento, me parecía de socialismo moderado, balanceando las posturas más radicales de Largo Caballero. Me lo apunto como figura sobre la que investigar más.
  • Un problema estructural, más bien existencial, de la izquierda y del republicanismo en la España de aquel tiempo y, quizá, en el presente, hoy en 2023, es la división en su posición política. El Frente Popular supuso la unión de frentes ideológicos muy distintos, a los que denominar en conjunto "izquierda" es un error de brocha gorda. Estaba claro que, una vez en el poder, cada cual iba a ir por su lado, torpedeando cualquier atisbo de cohesión política y progreso del estado.
  • Campoamor echa la culpa a los propios gobiernos de izquierda y republicanos de la desafección de ejército y, por tanto, de su levantamiento. Para ello defiende que muchos de sus cuadros superiores eran masones, y que había casos de explícito republicanismo entre ellos, como es el caso de Queipo de Llano. Tras mis lecturas de diversas fuentes, creo que no se puede echar "la culpa" del levantamiento, de manera tan directa, al Frente Popular. El levantamiento fue una cristalización de una serie de inquietudes y descontentos, no solamente políticos, que pudo llevarse a cabo porque un grupo concreto de altos mandos militares sintieron que tenían el poder para hacerlo... y a ello les apoyaron otros grupos sociales que querían mantener sus privilegios, como los monárquicos, los terratenientes, o la propia Iglesia (y aquí soy yo el que está simplificando demasiado, lo reconozco).

La edición en sí misma incluye además una biografía de Campoamor al comienzo, y algunos añadidos finales como aspectos de su vida personal, algunos extractos periodísticos, referencias biográficas de algunas personalidades relevantes a las que alude la autora y un listado de fuentes y notas.

Para finalizar, debo reconocer que esta obra, escrita desde el testimonio directo y la pasión política, me ha abierto perspectivas nuevas sobre este periodo de la historia de España, y me ha hecho reflexionar sobre el rol de mujeres destacadas en la Guerra Civil, algo en lo que seguiré indagando en posteriores lecturas.