Debí llegar a este libro a través de alguna cuenta de
Twitter: probablemente, alguna
recomendación de alguno de los economistas a los que sigo. Probablemente me decidí a su compra por las buenas
valoraciones en Amazon. El caso es que
me ha decepcionado: más que confrontar las obras y reflexiones de ambos pensadores, como me hubiera gustado, es una
prolija narración de su amistad y vicisitudes, juntos o por separado, a lo largo de sus vidas. En los momentos en los que se entra al meollo, es principalmente para demostrar la
deuda intelectual de Smith con Hume, lo cual, dada la influencia del filósofo en su contexto histórico, es algo fácilmente aceptable.
Menos mal que está bien escrito, o quizá, mejor traducido, y se hace muy llevadera la lectura de decenas de detalles cronológicos, logísticos, habitacionales, etc, que pueblan sus páginas. No puedo enfadarme, ya que me engañé yo solo. Quizá sea más molesta cierta grandilocuencia, que lleva a definir a Hume como el mayor filósofo de la historia, o a la Ilustración escocesa como un faro del pensamiento de occidente.
En fin, a otra cosa.
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