sábado, 6 de abril de 2024

La fuente de la edad, de Luis Mateo Díez

Luis Mateo Díez es un escritor leones, miembro de la Real Academia de la Lengua, que ha recibio el Premio Miguel de Cervantes 2023. La repercusion mediática que tuvo su concesión me animo a leer una de sus obras mas reconocidas, "La fuente de la edad".

Una vez finalizada su lectura, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, hay que admitir el nivel de maestría de la lengua que es necesaria para escribir una obra así: mis respetos. Me ha encantado reconocer muchas cosas del modo de hablar de mi tierra: como castellano-leonés, me siento un poco leonés, perdónenme los otorgadores de carnés. Y hay algunos pasajes de un humor inteligente y surrealista que me han sacado una carcajada en la lectura, algo que hacía tiempo que no me pasaba, quizá desde "Wilt", de Tom Sharpe.

Pero, por otro lado, el estilo expresionista de la obra (según el responsable de la edición que leí) deja unos personajes apenas esbozados en dos brochazos, superficiales, que no provocan interés por sí mismos al lector. Jacinto Sariegos, con su odiada vida de burócrata gris en el ayuntamiento de la inventada Celama, y Benjamín, el sobrino de Don Froilán, con su atribulado mundo interior, lleno de pena por la muerte de su compañero Julio Linaza y aturdido por el mundo que le abre la cofradía, tienen cierto desarrollo, un por qué, algo que los hace tridimensionales, verosímiles. Pero el resto de protagonistas y comparsas se desempeñan como actores secundarios de sus propias acciones: ¿por qué la animadversión de Don Froilán y Pacho Robla? ¿Quién es Ángel Benuza, en realidad? ¿Y Chon Orallo, qué hace una mujer en esta cofradía de machos solitarios desencantados con la vida gris de una capital de provincias de la post-guerra? Sólo una serie de escenas, que se demuestran perfectamente posibles en la vida real, pero increíblemente surrealistas, consiguen que la lectura prosiga con interés. En este aspecto, los ecos de las andanzas de Don Quijote o de los paseos de esperpento de Max Estrella resuenan en la inspiración del autor (sospecha el lector), como sucesión de eventos inesperados y casi oníricos que muestran las diferentes vías de escape de la absurda realidad que tiene la condición humana.

Por no hacer la reseña más larga, cierro reconociendo que he disfrutado con su lectura, y que volveré al universo inventado de Luis Mateo Díez en el futuro, con la esperanza de encontrar un desarrollo mayor de los personajes. Veremos.

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