jueves, 30 de diciembre de 2010

Viejas historias de Castilla la Vieja, de Miguel Delibes



Efectivamente, yo también he caído en la corriente de leer y releer a un autor que ha fallecido recientemente, pero a mí me ha pasado con Delibes, un escritor al que tengo un cariño especial desde que leí "Diario de un Cazador" cuando apenas era un chaval. Y, efectivamente, he releído (otra vez) "Las Ratas", y he vuelto a envidiar la sabiduría del Nini, pero he aborrecido y he odiado su condición pobre y vulnerable. Pero además, en la última visita a la FNAC, me he dejado seducir por un viejo libro hecho nuevo por la editorial La Fábrica, "Viejas historias de Castilla la Vieja", un relato pequeño y sencillo, pero reconcentrado que diríamos en la vieja Castilla. La narración fluye cómoda pero calando hondo, transladándonos visual y sentimentalmente a la vida de un pequeño pueblo de ¿Tierra de Campos? a principios del siglo XX. No creo que a Delibes le costara mucho escribir esta novelita, porque lo escrito lo ha tenido siempre dentro el maestro, a mi parecer. La edición es de una gran calidad (de esos libros que no puede tener uno en formato electrónico, que no es lo mismo), y las fotos de Masats son respetuosas y clarificadoras, se integran bien con el texto (aunque prefiero la de Cristina García Rodero para este palo). Leerlo ha sido una delicia y, como siempre con Delibes, he aprendido nuevas palabras que escucho a veces en el habla de mi gente, hoy en día, pero cuyo significado concreto nunca había conocido.

(Ahora me diréis que cómo puedo tachar de localista a Mrozek, y emocionarme así con Delibes... reconozco una profunda contradicción en ello, de esas que lo definen a uno más que sus certezas. En fin.).

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