sábado, 12 de enero de 2013

El arte de hacerse respetar, de Arthur Schopenhauer

Voy sacando deberes de lectura adelante: otro opúsculo (cuando pienso en la pedantería en el lenguaje, ¡siempre pienso en esta palabra), en una edición realizada con cuidado, con cariño, de la serie Centellas creada por el editor José de Olañeta.

Piqué con su compra porque, a pesar de la pila de libros a medio empezar o medio terminar, cualquier visita a Urueña supone sucumbir a las tentaciones de lector acaparador irracional. Y negocié conmigo mismo, adquiriendo el compromiso de que sólo compraría un librito pequeño, de algún tema que me atrayera.

Dos fueron las tentaciones: primero, leer algo accesible de Schopenhauer, al que siempre he tenido ganas de acercarme desde mis lecturas adolescentes de Borges, pero cuyas obras principales me han parecido fuera de mi alcance; y segundo, la curiosidad de saber si el concepto de honor sigue siendo vigente en estos tiempos relativistas y fugaces (líquidos, Bauman dixit).

Bueno, pues tengo que reconocer que ha sido una pequeña decepción: tras unos primeros intentos de definir con propiedad qué es el honor, que creo no logra alcanzar, en la segunda parte del librillo se desvela el auténtico objetivo del autor: la crítica directa a los duelos caballerescos que seguían siendo costumbre entre los hombres de cierta clase social en los tiempos que vivió Schopenhauer. Y por eso mi decepción, porque el tema no llama nada mi atención.

Supongo que no debo confundir falta de interés por mi parte con la "calidad" de una obra, y por otro lado la edición es impecable. Entiendo que ha sido una cuestión de expectativas. Qué se le va a hacer: iremos mientras tanto acumulando conocimiento y criterio para atrevernos con Schonpenhauer de nuevo en el futuro.


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