Tras mi primera lectura de "Dune", de Frank Herbert, tenía claro que cualquier buena obra de ciencia-ficción, debería ser, ante todo, una obra de política-ficción. Con imaginación, empleando componentes sacados de la ciencia más futurista, planteando mundos posibles... pero siempre, con política. Y la Fundación de Asimov me ha reafirmado en este pensamiento.
No quiero destripar el argumento. Puedo decir que he disfrutado de su lectura, deseando volver al libro en cualquier momento disponible. Literariamente es un libro ligero que no explorar terrenos complejos lingüísticamente, ni profundiza en sus personajes. Curiosamente, me ha recordado mucho a los libros de historia de Asimov, especialmente "El imperio romano" y "La república romana", pues es fácil detectar el paralelismo entre el Imperio en la obra y la Roma histórica.La edición que he leído aúna los tres libros de la Fundación en un solo tomo, bastante conveniente, y añade varias ilustraciones de calidad que tampoco aportan demasiado a la lectura.
Para acabar, he de decir que ningún libro de Asimov me ha decepcionado; al contrario, siempre salgo de sus lecturas satisfecho intelectualmente. Curiosamente, he leído más libros de historia de Asimov que de ciencia-ficción, pero ahora puedo decir que disfruté con Yo, Robot y la Fundación.
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