Enumero aquí algunas de las ideas y hechos que me han parecido más relevantes:
- El modelo de los cuatros cerebros (rojo, verde, azul y amarillo) me parece fácil de comprender y, sobre todo, de mantener en la cabeza y emplearlo en cualquier aspecto de nuestra vida.
- La cronología en el desarrollo del cerebro nos ayuda a entender qué sucede en la mente de nuestros niños y adolescentes y, también, de nosotros como adultos. Me pareció curioso cómo el cerebro no está completamente desarrollado hasta los veinticinco años.
- El rol de las hormonas en cualquier aspecto del crecimiento y comportamiento humanos. Creo que seguiré explorando esta línea de conocimiento, aunque me está costando separar el grano, buenos libros divulgativos, de la paja, libros fáciles de consumir a la venta en los kioskos de los aeropuertos. Seguiré buscando.
- Los distintos tipos de memoria: ser conscientes de ellos nos permite separar diferentes procesos y comportamientos.
- Y, finalmente, algo que sospechaba, pero que no había visto expresado de manera tan directa: cómo la educación infantil impacta directamente en el desarrollo neurológico del cerebro, a un nivel físico. Un niño que no crece en un ambiente de cariño, dedicado a su formación y crecimiento, no desarrolla su corteza prefrontal, el "cerebro amarillo", adecuadamente, haciendo que su "cerebro rojo", el dedicado a la supervivencia, tome el control.
Tras esta lectura, mi siguiente paso en ciencia se dirime entre tres posibilidades: genética, cerebro u hormonas. Veremos por qué me decanto.
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