viernes, 18 de octubre de 2019

Escalada en Picos de Europa con David Nadal, verano 2019

Normalmente sólo escribo reseñas sobre mi viaje cultural en este blog. Sin embargo, este caso es un hito suficientemente importante para mí como para dejarlo aquí registrado, incluso si no tiene nada que ver con literatura. Mi segundo amor es la montaña.

Este agosto encontré unos días para hacer alguna actividad de escalada con más entidad, más "alpina", con mi compañero de cordada David Nadal. Nos decidimos por Picos de Europa: son viejos conocidos míos de muchas ascensiones montañeras, y David tenía capricho por el Espolón de los Franceses desde que vio el croquis hace unos meses.

No voy a hacer crónica de las ascensiones en este post; como en el caso de las reseñas de libros, me gustaría dejar señal de algunos sentimientos y recuerdos para que me acompañen en el futuro.

Lo mejor: la sensación de logro compartido, de superar todas las dificultades echando todo lo que uno tiene dentro, en constante colaboración con el compañero de cordada, para lo bueno y para lo malo. Es algo único que sólo te proporciona este "deporte": ningún otro tiene ese componente de desafío compartido fuerza de la zona de confort, tanto física como mentalmente.



Algunas lecciones aprendidas:
  • Cuidado con las aproximaciones poco precisas. Desorientarse un poco puede fácilmente doblar el tiempo de acercamiento a la base de la vía, sobre todo si hay desnivel involucrado. Y restar energías vitales para la escalada.
  • Por expresarlo de un modo fácil: el largo número 10, reseñado como V+, de un largo día de escalada, aproximación incluida, bajo un sol de justicia, no es grado V+, es otra cosa. Cuidado al medir nuestras capacidades.
  • Sumarle un tanto por ciento a todos los tiempos de las reseñas, ya que suelen estar planteados por personas con experiencia en la zona y en el tipo de roca... o por machos alfa a los que les importa más presumir ya en casa que vivir la experiencia tal y como es, con sus luces y sombras.
  • Además, en el caso de las reseñas está el efecto "sistema de diedros": la descripción de los primeros largos es siempre prolija en detalles, pero en los últimos se vuelve parca y deja mucho a la orientación del escalador. Hay algunos ejemplos que son irrisorios, de ahí el nombre que le he puesto a esta advertencia.

A nivel más personal:
  • El cansancio, especialmente el agotamiento de las energías a nivel físico, me pone  de malhumor, y empiezo a tener sentimientos negativos parecen salir de ninguna parte.

Ahí fue clave David, más fuerte físicamente y, lo más importante, mentalmente, manteniendo el buen humor a lo largo de toda la actividad. Tengo que trabajar en este tema, porque puede ser muy limitador en escaladas de este tipo: 1) detectarlo a tiempo, no dejar que "la sombra" tome el control, 2) a la mínima señal ¡aumentar la alimentación!, aportando algunos carbohidratos lo mitiguen, y 3) desactivar, anular mentalmente los pensamientos negativos, que no se irán, pero que no dejar que me controlen.


Cierro el post dándole las gracias a David, ya que sin él no habría podido disfrutar de esos momentos de esfuerzo y superación. ¡A por la siguiente, titán!

Dejo aquí enlace a los álbumes de fotos, por si alguien que lea este blog tiene curiosidad:

20190820-24 Picos de Europa con David y Álex

20190821 Espolón de los Franceses a Peña Vieja con David

20190823 Espolón de los Peñalaros (El Jiso) al Pico Pozán con David

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