sábado, 15 de febrero de 2020

Historia del poder político en España, de José Luis Villacañas

Me resulta difícil hacer un reseña de este libro en estos tiempos. Elvira Roca Barea publicó en 2016 su ensayo "Imperiofobia y leyenda negra", en el que intentaba demostrar que la mala fama del imperio español es injusta, y que uno de los problemas de España es que los españoles hemos interiorizado esa imagen negativa. "Imperofobia" ha cosechado un gran éxito tanto entre el gran público como entre académicos e intelectuales. Sin embargo, otra corriente de pensadores ha denunciado las carencias metodológicas y el sesgo ideológico de la autora, como el propio José Luis Villacañas, que  publicó "Imperiofilia y el populismo nacional-católico" en 2019 como contraargumentación del ensayo de Roca Barea.

Curiosamente, no llegué a "Historia del poder político en España" partiendo de esta controversia, sino desde una recomendación de una cuenta de Twitter. Aparte de mi interés por la Guerra Civil Española, ya hice otros intentos de repasar la historia de España de manera integral, y alejada de lo que me ha podido quedar de mis estudios, pero sin mucho éxito. Sin embargo, una creciente convicción personal sobre la importancia de la política en todos los órdenes de la vida hizo que me animara con este enfoque.

Y no me he arrepentido. El libro está escrito de manera ágil, en algunos momentos emocionante, y va dejando caer claves que funcionan como destellos de luz para explicar cómo hemos llegado hasta aquí como país. Al ser un ensayo, el autor no busca refrendar sus afirmaciones, por polémicas que puedan ser, lo que puede resultar sesgado para alguien que no esté de acuerdo con sus tesis. Por otro lado, se agradece que Villacañas "se moje", y no se limite a enunciar fechas, eventos o nombres. También es de agradecer que la narración no esté llena de referencias bibliográficas y notas a pie de página

El prólogo tiene algunas frases memorables, que podrían servir como aforismos: "la ignorancia nunca fue útil a nadie para nada", "el poder nunca se da en equilibrio: se ejerce o se padece" o "ahí se forjó  la mentalidad que hizo del futuro un peligro y de la expresión libre de lo social una amenaza" (sobre el tema de la expulsión de los judíos y el castigo a los conversos).

Villacañas responde, sin saberlo, a algunas de las incógnitas que siempre he tenido sobre la historia de España. Por ejemplo, nunca entendí cómo Flandes, siendo campo de batalla constante en los siglos XVI y XVII, sus campos, arrasados, sus ciudades, conquistadas, medraba económicamente mientras Castilla, un oasis de paz dentro de la convulsa Europa barroca, se empobrecía rápidamente, y de manera prácticamente irrecuperable. O por qué España, a pesar de ser el hegemon de la época, nunca conquistó ni un pedazo de tierra de nuestro vecino Francia, tantas veces enemigo y tantas veces vencido. También me ha dado alguna clave de por qué la Transición española fue tan "suave" políticamente hablando (el famoso "atado y bien atado"). Y me ha dado nueva luz sobre el periodo de los últimos Austrias: los estudios de bachillerato apenas me habían dejado los lugares comunes de que los reyes eran imbéciles y los validos unos aprovechados; pero la realidad, como siempre, fue sin duda mucho más compleja, sin buenos ni malos, ni tontos ni listos.

Quizá echaría de menos una bibliografía al final del libro que me hubiera permitido dirigir mi interés en algún periodo concreto hacia otras referencias. El índice onomástico, al menos, me permitirá recurrir en el futuro a la obra cuando quiera recordar algún tema en particular: sé que voy a volver al "Historia del poder político en España" en el futuro, y eso es algo que he podido decir de pocas obras, particularmente si son ensayos.

Lo que ya no sé es si acumularé voluntad y energía para hacer una lectura paralela entre "Imperofobia" e "Imperiofilia", aunque estoy convencido de que si me lanzo a esa aventura no me arrepentiré. Pero quizá sea un esfuerzo más adecuado para otro momento en mi vida.

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